¿Te gustan los cuentos?… este te hará pensar. Muchas conclusiones se pueden sacar del mismo, así que lo compartimos para que nos cuentes qué te parece.
Érase una vez un señor sentado a la puerta de su casa viendo a la gente pasar. Su perro le acompañaba tumbado junto a él con gesto contrariado y constantes gemidos que delataban que algo le pasaba. Gemía y gemía hasta que una de las personas que paseaban por la calle que lo observó preguntó al dueño: -
‘¿Por qué está llorando su perro?’
- ‘Porque se ha tumbado encima de un clavo…’ , contestó él.
- ‘Y si se tumbó sobre un clavo ¿por qué no se mueve y se tumba en otro lugar?’, preguntó intrigado el paseante…
- ‘Sencillo, es porque el clavo no le molesta lo suficiente…’
Escuchando este cuento nos preguntamos en qué medida todos estamos tumbados encima de clavos… cuántas son las cosas que nos molestan, nos hacen ruido, nos frustran, pero seguimos nuestro camino o continuamos observando desde la comodidad de nuestro sofá. Enfadados a veces, pero sin levantarnos y hacer algo más que lamentar las situaciones que nos afectan.
¿Qué clavo te molesta? ¿Cuál es esa causa que te toca la fibra sensible? Nunca es tarde, recuerda que en Idealistas.org hay miles de organizaciones trabajando en las más diversas causas. Usa nuestro buscador para ver quién ya está trabajando en los asuntos que más te importan y contacta directamente con la organización para ver cómo puedes dar una mano.
Idealistas
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